“A fin de cuentas, la gente aprecia la crÃtica sincera mucho más que la adulación”. Proverbios 28:23 (NTV)
Si estás saliendo con alguien y estás prolongando una relación que sabes que no va a ninguna parte, no la continúes.
“Pero no tendré a nadie que me saque el viernes por la noche”, dices. ¡Un mal matrimonio es infinitamente peor que una noche de viernes en soledad! Cuanto más tiempo estés en un noviazgo poco saludable, más difÃcil será salir de esa relación.
Proverbios 28:23 dice: “A fin de cuentas, la gente aprecia la crÃtica sincera mucho más que la adulación” (NTV).
Si la relación es saludable, deberÃan poder hacerse las preguntas difÃciles sobre cualquier enojo, resentimiento o amargura en sus vidas.
Los animo a hablar sobre cualquier dolor, hábito o complejo que tengan en sus vidas. Si no pueden tener estas conversaciones entre ustedes, es una gran señal de advertencia sobre la relación. Independientemente del estado emocional de tu pareja, tu salud emocional comienza con una relación personal con Jesús. Si no tienes eso, tienes que empezar por ahÃ.
Necesitas conectarte espiritualmente con Dios.
A continuación, quiero desafiarte a que te comprometas con la norma de Dios y no dejes que tus emociones te lleven a tomar una decisión imprudente.
Es posible pensar que te has enamorado cuando en realidad lo único que has hecho es enamorarte de la idea de estar enamorado. ¡Y eso puede llevarte a una decisión que lamentes profundamente! Dios sabe que puedes sentirte solo, frustrado, tentado o sentir que no hay esperanza.
Pero en JeremÃas 29:11, Dios dice que está obrando en tu vida para darte un futuro esperanzador. No tengas un noviazgo hasta que tus propias heridas emocionales hayan sanado o al menos hasta que estés en el proceso de sanidad.
Tenemos que deshacernos de cualquier amargura y de cualquier ira en nuestras vidas. En otras palabras, tenemos que lidiar con nuestro propio equipaje. ¿Cómo puedo hacer eso? Pasa tiempo con Dios. Aprende de Jesús.
Recuerdo haber casado a una pareja hace muchos años en Saddleback. Unos cinco años después los invitamos a cenar. La mujer me dijo: “Cuando caminé por el pasillo con ese vestido blanco, no tenÃa ni idea de que estaba cargando una bolsa entera de basura emocional en mi espalda. Y llevé toda esa basura a mi matrimonio”.
El matrimonio no crea problemas. Los revela. Si puedes lidiar con todo eso antes de casarte, serás más feliz, honrarás más a Dios y tu matrimonio será más satisfactorio. Tu cónyuge y tú desarrollarán una profunda intimidad del alma que es personal, espiritual e incluso sexual. Es la unidad que proviene de estar unificados por una relación con Dios.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cuáles son las heridas, los hábitos o los complejos que debes abordar antes de casarte? Todos tenemos heridas, hábitos o complejos; pregúntale a Dios dónde necesitas sanidad y cómo puede ayudarte a hacerlo.
- ¿Cómo cambiarÃan tus relaciones si te comprometieras con las normas de Dios?
Por: Rick Warren
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