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domingo, 14 de abril de 2024

Las diez vírgenes (parte 2)


Este artículo es la continuación de Las diez vírgenes (parte 1)

¿Se lo quiere preguntar a José?
Si no se estuviere consciente de esta excelente posición, de esta alta investidura, la tardanza de su señor podría engañar a los siervos o "vírgenes" y comenzando a fantasear, podrían llegar a pensar que son el señor y no los siervos, como lo observamos en la primera parábola.

Para redundar, el Señor Jesús ya lo había señalado en la parábola del padre de familia y los labradores malvados. Mateo 21:33-46

Asimismo, la novia y los de la casa, también llegarían a confundirse; llegando a considerar a los siervos o vírgenes como el mismo señor o el esposo.

Las Escrituras dicen: "A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer".

Imagen: Tomada de meccsps.com para fines ilustrativos.

Este fue uno de los principales propósitos de Jesucristo, dar a conocer al Padre (Juan 17) Cuando el Hijo ensalza al Padre, el Padre glorifica al Hijo. Juan 17:4 "Yo te he glorificado en la tierra; He acabado la obra que me diste que hiciese". En este pasaje se presenta ante el Padre para rendir cuentas de su mayordomía; el trabajo de él, es ahora el nuestro. ¿Ha cambiado Dios? ¿Pediría menos de nosotros que de Él? Pronto nos tocará rendir cuentas, estemos seguros de no haber confundido nuestra posición, la posición del Señor está de aquel lado, no traspase la línea.

El Señor no deja ninguna duda de su posición, ni la más mínima. Como enviado él dijo: "Porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre."

Ciertamente el trabajo de siervo es muy delicado, es una posición de mucho riesgo. Hay mucho en juego, se le pone mucho bajo su cuidado; el más mínimo descuido y ya está recibiendo de parte de la novia, la gloria que el esposo debe de recibir.

El Ministerio de Juan
Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.

Creo que aparte del testimonio de Jesús en cuanto a Juan, nadie más le ha dado reconocimiento. Aquel que se merece el que vino a preparar el camino del Señor. Juan el Bautista tenía un ministerio tan poderoso que dejo perplejos e impresionados a muchos, llegando a confundirlo con Cristo mismo, el Mesías prometido. Así que los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres?

El testimonio de Juan a ésta pregunta, estando consciente que lo confundían con aquel a quien él vino a prepararle el camino, fue este: Confesó, y no negó, sino confesó. Yo no soy. Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. Le dijeron: ¿Pues quién eres? Para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías. Juan 1:15-23

Los discípulos de Juan también tenían la misma impresión. Habiendo tenido una discusión con los judíos, vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza y todos vienen a él. Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuera dado del cielo. Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él. El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, éste mi gozo está cumplido. Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe. Juan 3

Juan a la verdad es un siervo, Juan "es una virgen", el amigo del esposo, quien no osa usurpar el lugar del esposo, no se atreve a hacerse un reino paralelo al de Cristo; no se aprovecha de su posición y las circunstancias; no abusa o seduce a la novia –la Iglesia-, usándola para sus propios fines, prefiere guardar su calidad de eunuco. Desgraciadamente no podemos decir lo mismo de muchos que han mancillado a la iglesia, la novia del Señor, aprovechándose de su posición de siervos, vírgenes o eunucos manipulando la Iglesia.

Juan a la verdad es la plantilla, la medida para cualquier ministerio. Lo mismo podríamos decir de José o de Eliézer siervo de Abraham.

Otro siervo que es una verdadera "virgen", lo es el mayordomo de Abraham, el damasceno Eliézer. Génesis 24 narra el más hermoso ejemplo sobre el tema. Este siervo conoce bien al hijo de su señor y lo ensalza ante la novia –Rebeca- la llena de dones, de alhajas de plata y oro y vestidos; la prepara para presentársela a su señor Isaac, después el siervo rinde cuentas de su mayordomía.

Esta novia sí que estaba segura, confiada en las manos de este siervo-virgen-eunuco que la conducía por el desierto, mostrándole el camino hasta la presencia del novio. Isaac tipo de Cristo ya esperaba a aquel siervo fiel que había hecho un trabajo muy especial.

Uno de los propósitos de que Dios haya enviado a Israel al desierto, era que conociera a Dios, y ese era parte del trabajo de Moisés. Israel se resistió y declaró a Moisés: "Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con nosotros, para que no muramos". Éxodo 20:19

El Salmo 103:7 menciona que los caminos que Dios le notificó a Moisés, eran precisamente para que el pueblo los conociera y no solamente se gozara de las obras de Dios –los milagros-.

¿Milagros sin conocimiento de Dios? El hombre debe tener una estabilidad y esa la proporciona el conocimiento de Dios. Sin eso, el hombre es fácilmente manipulable y nunca llegará a madurar; así no podrá ser soporte ni de él mismo, menos de su familia. Siempre será como un niño al que hay que estar cuidando. El hombre dependiente no puede tomar decisiones por sí mismo y con este tipo de cristianos no puede haber unidad en la Iglesia, ni cumplir con la función para la que fue creada.

Este pensamiento se registra también en el Salmo 95, "vieron mis obras y no han conocido mis caminos. Pueblo es que divaga de corazón". El trabajo de los siervos es dar a conocer a los Creyentes, a Dios y Su Conocimiento.

Dios no ha cambiado, ahora es nuestro turno de conocer esos caminos. Moisés no falló, el pueblo sí: pero eso sucedió en el desierto. Pudiera ser que hoy día sea lo contrario. El pueblo de Dios está esperando que los siervos-vírgenes-eunucos, tomen sus lámparas con aceite y le muestren el camino. Salmo 119:105

¿Cuál es el Modelo de Dios, Su Orden, para Preparar a los Siervos? – Vírgenes
PRIMERO.- Es la elección y llamamiento que Dios hace de determinados hombres y mujeres. No se confunda con el pasaje de Pablo a Timoteo sobre los que anhelan obispado; los que desean de motu propio pertenecer al Equipo de Dios, tienen que pagar un precio y llenar esos requisitos. Tenemos a Jacob como ejemplo. Pero en el extremo de Dios, tenemos a Eliseo.

Lo que hemos recogido de los antecedentes que Las Escrituras nos registran; dentro del contexto de Dios, algunos eran escogidos desde antes que nacieran; otros por causa de la genealogía, otros por causa de la promesa, otros por que hicieron algo que hallaron gracia ante los ojos de Dios; y otros, hombres y mujeres, porque sus actos implicaban una fe que iba más allá del razonamiento, aunque estos actos pusieran en riesgo su integridad y prestigio.

En cuanto a la Iglesia como un Cuerpo en Cristo, todos los miembros son un ministerio genérico que debe ser instruido básicamente para el servicio, y para que estén aptos para administrar los intereses del reino de Dios por causa de que los hijos somos herederos de Dios. Ya en el desarrollo del mismo, Dios puede escoger a cualquiera para un ministerio específico. Gálatas 4

SEGUNDO.- Es el tiempo de preparación, esto consistía en despojar totalmente al candidato de cualquier cosa que fuera a interferir con el trabajo que tuviera designado, tal como su propia iniciativa en contraposición al orden de Dios, sus ideas, su idolatría, su arrogancia, su propia grandeza, su propia voluntad. En una palabra, era completamente apartado para una sola meta: cumplir los propósitos de Dios. Tal fue el caso de Moisés, Abraham, Jacob, David, los doce discípulos, Pablo. Etc. Hombres que no solamente sepan acatar mandatos, sino que lleguen a conocer la voluntad de Dios.

El tiempo de preparación podría depender del candidato: Podrían ser cuarenta años, veinticinco, siete, tres o catorce años. Esto dependía no sólo del trasfondo cultural del elegido, sino también del trabajo específico que iba a desempeñar.

Parecería que Dios no tenía prisa de que el elegido fuera ya enviado, pues se detenía mucho tiempo en la formación de su carácter, su integridad, santidad, obediencia, y en el conocimiento de su voluntad, su justicia, y sus caminos. En fin, hasta que el discípulo ya no tenía ningún rastro de su antigua personalidad, hasta que ya estuviera plenamente identificado con Dios; hasta entonces ya era enviado.

Cuando el llamamiento es humano, cualquier tiempo por corto que sea, le va a parecer largo y buscará una travesía. Esto forma iglesias humanistas que no producen efectos espirituales.

TERCERO. Sólo hasta entonces era un enviado. El hecho de que Dios los enviara, no era sinónimo de éxito, no significaba la seguridad de que iban a ser aceptados por el pueblo, no necesariamente. Para el siervo de Dios, un rechazo no lo perturba. Sin embargo, el ministerio humano no acepta rechazos, eso a la vista de los hombres significaría un fracaso y eso el hombre no es capaz de soportarlo o admitirlo. Así que preferirá hacerse el simpático ante los hombres, pero no se da cuenta que se hace enemigo de Dios, y candidato a ser un falso profeta.

CUARTO. El tiempo de duración de su apostolado. Este tiempo estaba con relación al trabajo que se iba a realizar. Este pudiera ser poco o mucho. Depende de Dios, no de nosotros. No podemos forzar algo que no viene de lo alto.

QUINTO. Los resultados dentro de la elección y el llamamiento de Dios. Estos casi siempre eran visibles e inmediatos y se podían evaluar fácilmente. Sea que fueran aceptados o rechazados.

SEXTO. Finalmente, no lo olvidemos, había que rendir cuentas del privilegio de haber sido llamado y enviado. Jesús mismo lo hizo. Juan 17

El Método que el Sistema Religioso usa para crear Pastores Fuera del Contexto de Las Escrituras
¿Cuál es hoy día el orden de los hombres para preparar obreros, pastores, ministerios, reverendos, o sacerdotes? Es muy clara y ancha la diferencia de cómo se hace humanamente, fuera del orden de Dios. Las circunstancias, la urgencia o la modernidad, no justifican ningún desvío del orden de Dios.

1. - Un Movimiento, Denominación o Asociación Religiosa que promueve la predicación del evangelio, el llamamiento a salvar almas (llamamiento de púlpito) que se le estimula a la iglesia de muchas formas. Se les narra ejemplos dramáticos de cuántos se están yendo al infierno, mientras los creyentes están sentados, etc.

2. - No faltarán creyentes que emocionalmente empiezan a "sentir" que están siendo llamados a predicar las buenas nuevas; finalmente son dos o tres creyentes los que "sintieron el llamamiento", los demás siguen sentados. Esta es una negación de la Gran Comisión en la que toda la Iglesia está involucrada. Estos se someten a instrucción académica en las escuelas, institutos bíblicos o seminarios ex profeso, fuera del contexto y vida de la iglesia local. El tiempo de instrucción varía según se trate de "evangélicos" o católicos. Unos tienen unas cuantas horas de instrucción a la semana, mientras otros son internados. Unos tienen una instrucción académica muy simple y otras más sofisticada, filosófica y elitista. Algunas escuelas han incluido otros niveles como teólogos técnicos o doctorados.

En estas escuelas, se ocupan principalmente de que reciban suficiente información y conocimiento de métodos de cómo interpretar y predicar; para lo cual incluyen la hermenéutica, la homilética, doctrinas y dogmas. La formación del carácter de Dios y conocimiento de Él y su voluntad, queda relegado, no esta dentro de las prioridades.

La realidad es que allí se les maquilla, se les da una fachada externa de cómo presentare al público e impresionarlo. Algunos llegan a convertirse en predicadores profesionales o ministros asalariados, impartiendo conocimiento a los sentidos (emocionalismo) y no alimento al espíritu. Dicho de otra manera, sólo van a estar "leyendo las noticias" como lo hacen la mayoría de los locutores, repiten lo que otros dicen. Algunos se convierten en maestros de profecía sin conocer al Profeta.

Si no se conoce al Padre y al Hijo y su voluntad, cómo podemos darlos a conocer. En esto consiste la verdad del Evangelio y la vida eterna. Si este llamamiento fuera según el orden de Dios, este ministerio trascendería más allá de cualquier barrera organizacional y religiosa, cualquier Sociedad o cualquier Nación.

Por otra parte el horario de algunas escuelas bíblicas, normalmente ocupa de dos o tres horas al día, diez por semana o sea unas 500 horas anuales. Esto arroja 20 días efectivos de estudio al año. En tres años serían 60 días o dos meses para la "formación de un ministerio de Dios". No solamente esto es incongruente dentro del orden de Dios, sino que el principal asunto es que no se crea un vínculo sólido entre alumnos y maestros. No hay una relación real y vida entre discípulo y maestro.

3.- "Son enviados". Después de este proceso, se les da oportunidad (o en el ínter) de predicar en las pequeñas misiones de barrio, o de ayudantes en los grandes templos; los que trabajan bien y son listos, llegan a levantar y formar su propia misión; si tiene influencias le puede ir mejor, permitiéndoseles predicar en los templos más grandes.

Por el hecho de que una organización religiosa es la que forma estos obreros, o fabrica "pastores", ese llamamiento solamente es válido dentro de esa asociación religiosa. En cambio el llamamiento de Dios no tiene barreras y trasciende todo lo temporal.

4.- El tiempo de duración de este llamamiento, llega a ser en la mayoría de los casos muy inestable por causa de la infraestructura que existe dentro de las organizaciones. No están diseñadas para un ministerio sustentable. Estos ministerios fuera del contexto de Dios en muchos casos se ven forzados a salir fuera de la iglesia donde crecieron. Aunque una escuela bíblica no crea pastores, está idea es la que se forma en el estudiantado.

5.- ¿Cuáles son los resultados? Las más de las veces son infructuosos, basta darle un vistazo general a la iglesia.

6.- Finalmente, bueno, no se les puede demandar una rendición de cuentas a estos "ministerios". Además quién tiene la autoridad y la calidad moral para pedirles cuentas. Otros son los deudores de esta responsabilidad, otros son los que tendrán que dar cuentas por atribuirse una autoridad sin respaldarla Escrituralmente.

¿Ha cambiado Dios sus principios? ¡No! Son los mismos, las circunstancias no los afectan. Todo este proceso que acabamos de describir, es la más pretenciosa, atrevida, insensible y fantástica usurpación humana de lo que debe hacerse en el Espíritu, según el orden de Dios.

Ismael, hijo de Abraham y de la criada, es el ejemplo que Las Escrituras nos han dejado como un Monumento al intento del hombre de hacer las cosas fuera del orden de Dios. Ese acontecimiento que ocurrió en el principio de los siglos, todavía hoy tiene en jaque a los países de Oriente.

Cuando no hay siervos que hagan el trabajo de una virgen prudente que preparen a la Iglesia hasta que esta llegue a la estatura de Cristo, tal como Pablo la describe en Efesios 5; es cuando reflexionamos en la compasión que Jesús tuvo al ver las multitudes, porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Si ese sentimiento le embargaba al ver la condición de las multitudes, atrévase a pensar en la infinita tristeza de Jesús al mirar la condición de la Iglesia hoy día. Acaso sea el mismo cuadro que vio Jesús, sin vírgenes prudentes.

También recordemos el lamento de Jesús sobre la condición de Jerusalén. Mateo 23:37-39

Les parecería una locura estas aseveraciones, pero les pediría que no adelanten conclusiones; este artículo no es concluyente, es parte de un todo que el ministro podría recibir, no dudamos que causará diferentes reacciones. El espíritu, la actitud y la intención de este escrito es la edificación del ministerio, porque de éste depende el Testimonio de la Iglesia a través de todos y cada uno de los Creyentes. Si usted es realmente un siervo de Jesucristo, seguramente apreciará estos principios. Juan 7:17

Las bases para vivir una Iglesia conforme al Diseño de Dios son su estructura y su liderazgo, no puede funcionar una sin la otra.

Si la Iglesia tuviera actualmente la estructura de hace dos milenios y no tuviera el liderazgo idóneo, no funcionaría; si por otra parte la Iglesia tuviera el liderazgo de hace dos mil años y no contara con la debida estructura, tampoco funcionaría. No sólo se requiere la restauración del liderazgo, sino también su estructura. No hay estrategia que funcione si no hay un excelente Equipo respaldándola. Y no puede haber un excelente Equipo si no hay un ministerio sensible a la obediencia del Señorío de Jesucristo.

Una aplicación absurda que fue adoptada en el siglo V por el sacerdocio romano respecto de la "virginidad", prohibiendo el matrimonio de los sacerdotes, convirtiendo en Ley el celibato clerical. Esto desvió el verdadero sentido de un ministerio verdadero y con objetividad. A través de los siglos se ha hecho evidente este yerro con la inmoralidad del clero romano; hoy día todavía es un escándalo universal que la jerarquía papal optó por usar la integridad de la Madre Teresa de Calcuta para promover el celibato, proclamando "el celibato como un don de Dios", cuando la virginidad Escritural se refiere al carácter y obra del ministerio.

Considere usted si esto es a lo que Señor se refería cuando habla del "siervo virgen". La Historia ha demostrado que este conceptismo es contranatural, aunque el protestantismo no aceptó este error, tampoco se preocupó de su verdadero significado. Esto no les ha impedido caer frecuentemente en inmoralidad; algunos insensibles a la santidad le llaman "pecado de indiscreción".

Repetimos, este no es un mensaje aislado, es parte de un todo. El ministerio que esté interesado le daremos todo nuestro tiempo y atención que requiera, pero ni un minuto para el que se considera autosuficiente. En estos últimos días se requiere ministerios con carácter profético, esto implica una obediencia absoluta a La Palabra, que sufra por la Unidad de Dios y un espíritu que busque Su Gobierno. Se necesita la Institucionalidad de La Iglesia para llegar al Testimonio que el Señor reclama en Mateo 24:14

Fernando Martínez Constante

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