Albert Einstein y Charlie Chaplin se conocieron en 1931, desde la primera interacción, el Premio Nobel de Física y la estrella de cine no tardaron en desarrollar un vínculo de amistad. Luego de compartir un almuerzo, Chaplin decidió invitarlo al estreno de su más reciente película, “City Lights” (luces de la ciudad), De este encuentro, nació un par de frases célebres:
— Albert Einstein le dijo:
“Lo que más admiro de tu arte es la universalidad. Tú no dices una palabra, y sin embargo, el mundo te entiende”
— A lo cual, Charles Chaplin, le responde:
“Es cierto, pero su fama es aún mayor. El mundo lo admira, cuando nadie lo entiende”.
Esta historia, conocida por todos, debe llevarnos a reflexionar alturadamente. Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría. Si queremos ser sabios, aprendamos a interrogar razonablemente, escuchar con atención, responder con prudencia y callar cuando no tengamos nada que decir. Avancemos hacia adelante, para mantener el equilibrio, las sombras quedarán atrás.
“Cuando la SABIDURÍA entre en tu corazón y el CONOCIMIENTO sea agradable a tu alma, te guardará la sana iniciativa y te PRESERVARÁ el entendimiento” (Proverbios 2:10-11).
Escrito para: ciudadgospel.blogspot.com
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