La gratitud no nace, se hace. Debido a que no somos agradecidos por naturaleza, sino descontentos. Siempre queremos algo mejor o diferente.
“Porque han participado en el evangelio desde el primer dÃa hasta ahora”. Filipenses 1:5 (NVI)
Desarrollar una actitud de gratitud no es algo natural. No somos personas agradecidas por naturaleza. Somos descontentos por naturaleza. Siempre queremos más o algo diferente.
En el libro de Filipenses, Pablo estaba escribiendo a la iglesia que él fundó en Filipos, donde una mujer llamada Lidia abrió su casa y, junto con otros, le dieron la bienvenida a Pablo a la ciudad. La iglesia de Filipos incluso ayudó a financiar los viajes misioneros de Pablo. En Filipenses 1:5, Pablo dice: “Porque han participado en el evangelio desde el primer dÃa hasta ahora” (NVI).
Lo que pasa es que Pablo no la pasó bien en Filipos. De hecho, fue una de sus iglesias más difÃciles de comenzar. Cuando Pablo fue a esta ciudad para iniciar una iglesia, fue golpeado, azotado, humillado, acusado falsamente, encarcelado y sobrevivió a un terremoto. Luego, los lÃderes de la ciudad le pidieron cortésmente que abandonara la ciudad.
Sin embargo, Pablo les dijo a los creyentes: “Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes” Filipenses 1:3 (NVI).
¿Qué hace Pablo aquÃ? Él está eligiendo la memoria selectiva. Filipos no era un lugar feliz para Pablo, y soportó mucha persecución y sufrimiento durante su tiempo en esa ciudad. Pero optó por no insistir en los recuerdos dolorosos y, en cambio, expresó su gratitud por las cosas buenas que Dios habÃa hecho.
Cuanto más tiempo conozcas a alguien, es más probable que busques las fallas y recuerdes las cosas malas en lugar de las buenas.
¿Sigues reviviendo recuerdos dolorosos con algunas personas en tu vida? Nunca los has dejado libres y no puedes disfrutar de la relación porque todavÃa te aferras al pasado. Tienes que entender que los recuerdos son una elección.
Una vez escuché una historia sobre dos amigas. Una de ellas le preguntó a la otra: "¿No recuerdas esa vez cuando tu esposo hizo esto?" Su amiga respondió: "Recuerdo claramente haber olvidado eso".
Recordar lo doloroso es una elección. Puedes hacerlo, pero no encontrarás felicidad en ello. Pablo tenÃa muchas razones para tener recuerdos dolorosos de Filipos. En cambio, tomó la decisión de estar agradecido por las personas en su vida y el trabajo que Dios estaba haciendo en ellos y a través de ellos.
Cuando hagas lo mismo, Dios bendecirá tus relaciones mucho más allá de tus expectativas.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Por qué a veces es más fácil aferrarse a los recuerdos dolorosos que reemplazarlos por buenos?
- ¿De qué manera centrarse en los buenos recuerdos cambia tus expectativas para el futuro?
- ¿Qué necesitas hacer cuando un recuerdo doloroso comienza a resurgir?
Por: Rick Warren
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