Y la multitud que estaba allà y habÃa oÃdo la voz, decÃa que habÃa sido un trueno. Otros decÃan: “Un ángel le ha hablado”. Respondió Jesús y dijo: “No ha venido esta voz por causa mÃa, sino por causa de vosotros. Ahora es el juicio de este mundo; ahora el prÃncipe de este mundo será echado fuera. Y yo, cuando sea levantado de la tierra, a todos atraeré a mà mismo”. Esto decÃa dando a entender de qué muerte iba a morir. Juan 12:29-33
Jesús no se hacÃa ilusiones respecto a lo que iba a suceder, y sin duda se sintió animado al escuchar la voz del Padre confirmando que lo que estaba haciendo era lo correcto. Esta voz se escuchó por primera vez durante el bautismo de Jesús y de nuevo en la transfiguración. Y ahora, por tercera vez, al enfrentarse con la penosa prueba de la cruz, la voz del Padre confirma Su placer por la fidelidad de Su amado Hijo, que estaba dispuesto a soportar lo que le esperaba. Dios declara que después de esta dolorosa prueba habrá más gloria para Su nombre.
Jesús explica esto mencionando tres cosas respecto a lo que tiene que ver con esta gloria. Primero: “Ahora es el juicio de este mundo”. Al contemplar la cruz los hombres podrán ver lo equivocado de la filosofÃa de este mundo, lo malvado de lo que da la impresión de ser justo y necesario, quedando expuestos aquà los valores engañosos del mundo. Aquà se revela el nivel por el cual es posible medir la autoindulgencia del mundo, esta filosofÃa destructiva que escuchamos por todos lados: “Vive para ti mismo, sólo para ti mismo”. Pero Jesús dice que es preciso eliminar totalmente esta clase de vida: “Si alguno quiere venir en pos de mÃ, niéguese a sà mismo, tome su cruz cada dÃa y sÃgame” (Lucas 9:23). Usted no puede ser cristiano y continuar viviendo convencido de que su vida le pertenece a usted, porque ésa es la vida del mundo y todo eso ha sido juzgado en la cruz.
En segundo lugar, Jesús declara: “el prÃncipe de este mundo será echado fuera”. Debido a que somos continuamente vÃctimas de los engaños de Satanás, no nos damos cuenta del control tan total que tiene sobre la raza humana. Todos los hombres siguen ciegamente los engaños demoniacos que envÃa Satanás al mundo. Estamos siendo manipulados por los valores satánicos, y no tenemos ni idea de lo impotentes que nos encontramos para cambiar apartados de Cristo. El demonio es el prÃncipe, el gobernante de este mundo, declaran las Escrituras. Él es quien controla la sociedad humana, pero la gran palabra del evangelio es que, si creemos en Jesús y le seguimos, seremos libres del poder de Satanás; seremos trasladados al reino del Hijo del amor de Dios. Por primera vez podemos hacer algo permanente en lo que se refiere a los hábitos que nos destruyen, que nos perjudican a nosotros y a otras personas, dando al traste con nuestros planes, que sabotean nuestras más elevadas esperanzas y sueños. En la cruz el poder del demonio sobre la raza humana fue eliminado, haciendo que las personas fuesen libres.
Finalmente, Jesús dice: “Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos los hombres a mà mismo”. Puede que usted haya oÃdo este versÃculo usado como si lo que quisiera decir es que si un predicador exalta a Cristo, todo el mundo se sentirá atraÃdo a Él. ¡Cómo me gustarÃa que quisiera decir esto! Al predicar a Cristo, he descubierto que algunos se sintieron atraÃdos a Él, pero no todo el mundo. No, eso no es lo que significan estas palabras. Juan nos dice lo que significan cuando añade: “Esto decÃa dando a entender de qué muerte iba a morir”. Estas palabras de Jesús son claramente una referencia a la cruz, ya que por medio de la cruz atraerÃa a las personas a Sà mismo. Posiblemente se refiera a toda clase de hombres, ricos o pobres, blancos, negros, orientales, indios americanos, niños y adultos, sin importar su clase social o sus antecedentes, sin importar lo mucho que la persona haya caÃdo en pecado; personas de toda clase se sienten atraÃdas por la cruz y pueden ser liberadas y salvadas. ¡Qué maravillosa palabra de esperanza y qué verdad tan grande ha resultado ser! ¡Han venido personas de toda clase y han encontrado la libertad por medio de la cruz de Cristo!
Señor Jesús, por medio de la cruz Tú has juzgado al mundo, has echado a Satanás y has atraÃdo a toda clase de personas a Ti mismo. Ayúdame a caminar en la victoria que Tú has conseguido.
Aplicación a la vida
¿Cuáles son las tres maneras por las que la muerte de Cristo en la cruz da gloria a Su nombre? Sus discÃpulos se sienten constreñidos por lo sacrificado de Su amor, de manera que ya no vivamos para nosotros mismos, sino para Él. Él murió para que nosotros pudiésemos vivir. ¿Estamos nosotros honrándole a Él, renunciando resueltamente a nuestros propios deseos?
Tomado de: RayStedman.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario