Cierto día dicté una conferencia para la cual, al invitarme, me habían indicado este título: Madres solas. Pensé: «Las madres solas no existen». Las madres que han decidido amar a sus hijos jamás estarán solas. Serán madres cansadas, personas con el deseo de compartir con alguien más la carga que llevan. Experimentarán el deseo de quedarse en casa cuando es requerido que se levanten temprano, preparar el desayuno, salir a dejar a los niños a la escuela y presentarse en el trabajo. Esas mujeres, sin embargo, siempre encontrarán una razón para volver a casa. Por esto, tras mis pensamientos, decidí modificar el título de la charla a Mujeres triunfadoras.
Triunfan las personas que luchan, que se realizan, que mientras caminan se equivocan. Solo quienes lo intentan llegan. Cuando hablamos de estas mujeres tenemos que hablar de valentía, de fuerza, de perseverancia. Me refiero a damas que han elegido triunfar en vez de fracasar, que en lugar de abandonar han elegido permanecer. Esto constituye, muchas veces, una vergüenza para nosotros los hombres.
La mujer de éxito
La mujer triunfadora es la que se sabe fuerte en sus fuerzas, pero no se cree capaz de lograr todo lo que quisiera. No se siente llamada a ser papá y mamá. Le alcanza con ser una madre que logra llevar adelante el reto de criar a sus hijos con éxito.
Hoy las mujeres gozan de muchas oportunidades. La situación económica provocó que las mujeres tuvieran que entrar al mercado laboral para procurar un sustento económico en la casa, y, con su presencia, le inyectaron fuerza, energía, creatividad e ingenio. Esto ha logrado que muchas se hayan destacado, habiendo alcanzado puestos gerenciales en empresas reconocidas a nivel mundial.
Como empleador, cuando abrimos un nuevo capítulo, observo que en su mayoría, las personas mejor calificadas han sido mujeres. Suelo señalar que en Enfoque a la Familia seguimos la política de buscar un equilibrio para incorporar más hombres al equipo, porque ya contamos con bastantes damas que llevan a cabo trabajos excelentes. El hombre, sin embargo, por lo general se ha conformado con un éxito mediocre, mientras que la mujer ha procurado alcanzar un alto desarrollo de su potencial.
El lado oscuro
La mujer que está inserta en el mercado laboral suele luchar contra algún sentimiento de culpa, porque siente que no puede abocarse por completo a aquello que quisiera como, por ejemplo, la crianza de los hijos. Pero también ha despertado a otras áreas en las que puede realizarse y alimentar anhelos.
Para muchas mujeres, la idea de ser mujeres completas significa hacerlo todo. Esto, sin embargo, es un error. No tiene que hacerlo todo. Tiene que hacer lo que es capaz de hacer, eso sí, con excelencia. No necesita exceder las expectativas acerca de sí misma. Para alcanzar éxito no es importante que sea exitosa en todas las áreas de su vida, en la familia, en el trabajo, en lo económico, en sus relaciones sentimentales, en la estética de su apariencia, etcétera. Nadie se define como exitoso porque hace bien todas las cosas. Somos exitosos cuando logramos aprender a enfocar nuestra energía al alcance aquellos proyectos concretos que nos hemos propuesto.
Debo confesarles que también han incursionado en problemas sociales. Al entrar a ese mundo laboral, las mujeres han enfrentado situaciones que jamás habían vivido en el pasado. En la actualidad, el nivel de consumo de alcohol de los hombres y mujeres es parecido. La infidelidad es tan común en las mujeres en el presente como lo fue en los hombres en el pasado.
Desafíos por responder
Quisiera mencionar algunas de las áreas en las que la mujer experimentará luchas que, si no las gana, su vocación se verá debilitada.
Débil seguridad en sí misma
Esta resulta de no conocerse a profundidad a sí misma, de no haber aprendido a desarrollar sus fortalezas, de haber permitido que el mensaje negativo de un educador, un padre, una madre o un amigo se convirtiera en fuente de humillación. Todo contexto es capaz de debilitar la vocación de cualquiera y restarle las fuerzas requeridas para emprender proyectos nuevos. El desafío, sin embargo, es a que usted se vea como la mujer completa que es, una mujer llena de dones y habilidades.
Problemas de rencor, rechazo o violencia afectivos no resueltos
Es importante que aprenda a levantarse. Si en el pasado la rechazaron o la humillaron, no escoja vivir como víctima del rencor o del odio. Ha llegado el momento de perdonar. Perdonar es renunciar al derecho de usar venganza por una herida recibida. Es renunciar a la frustración que le produce la imposibilidad de resolver la situación con su mano. Perdonar es elegir ser libre cada mañana, recibiendo el día con esperanza y la disposición de reírse del pasado. Cuando usted se mantiene firme en esa decisión de perdonar, llegará el día en que sus sentimientos serán libres.
Si elije caminar por la vida como víctima de los errores de otros, le resultará difícil alcanzar el triunfo y ejercer influencia. Muchas veces me pregunto cuál hubiera sido nuestro destino como hijos. Nuestro destino hubiese sido ser abandonados, agredidos, abusados. Nuestra vida fue diferente porque una madre valiente se paró en el camino y se exhortó a sí misma: «¡Basta ya de ser consecuencia de los errores de los demás! Quiero levantarme para construir mi propio destino y dejarle, así, un nuevo legado a mis hijos».
Yo soy fruto de una mujer triunfadora, de una mujer de influencia. Y doy gracias a Dios que en el momento indicado, cuando éramos niños, ella se levantó como una mujer valiente, recibió el perdón de Dios y supo otorgar perdón a los demás para encontrar paz y libertad en su vida.
Condescender con la sensación de estancamiento
Carecer de metas o de algún proyecto de vida genera mucho dolor. Algunos proyectos, como el de la educación de los hijos, avanzan con paso lento. Pareciera que toda su fuerza se consume en la crianza de sus hijos y que vive en un estado perpetuo de cansancio. Es urgente que levante la mirada y vea el mañana con esperanza y se dé la oportunidad de entender que esta semilla que hoy siembra, uno por uno, dará su fruto. Pero también es importante que usted se señale metas. ¿Qué la apasiona? ¿Cuál es el anhelo de su corazón? Si usted ha enterrado sus sueños, quiero animarla a que los saque. Nunca es tarde para ser una persona de influencia.
En mi caso, me doy cuenta de lo mucho que yo no sé hacer bien. Un día, sin embargo, me propuse: «Eso no me va a preocupar. Voy a concentrarme en el desarrollo de las virtudes que poseo». La invito a que también tome esa decisión.
Cuando alguien se queda contemplando sus debilidades, pierde la fuerza, la energía, la creatividad y la esperanza. Pero cuando se concentra en el desarrollo de sus fortalezas, descubre que la vida posee ilusión. ¿Se considera usted capaz de concretar sueños que le parecen relevantes? Anímese a dejar una marca importante en las personas que la rodean. No subestime lo que hace. Toda marca que dejamos en el corazón de cualquier persona con la que nos relacionamos puede hacer la gran diferencia en ella. No se imagina el impacto que ejerce cuando presta su oído para escuchar a un compañero de trabajo, o el hecho de que regrese a casa cada noche con esperanza.
¿Maneja sus prioridades con orden? ¿Expresa sus opiniones con libertad y respeto? ¡Respire profundo! Ha llegado el momento de que entienda que la autoridad que le ha dado el Señor no la determina el volumen de su voz. La determina la paz que goza en su interior, la libertad que disfruta en Cristo. Por eso debe aprender a relacionarse en un ambiente de libertad y de respeto.
El sano desarrollo de toda mujer implica que también se inserte en relaciones de apoyo, de amor y de amistad. Cultive amistades del alma, con las cuales se ría, salga, cante y llore. No se aísle. Construya un grupo de apoyo que le brinde un espacio en el que no solamente dé afecto, sino que también lo reciba.
He conocido a muchas mujeres que se han quedado agotadas porque toda su vida gira alrededor de dar, pues nunca se detuvieron a recibir. Construya relaciones de pertenencia. Elija bien a sus amigos. Que sean personas positivas, que amen con intensidad a Dios, que amen a su familia, que dirijan su vida por prioridades. Aléjese de la gente negativa que todo lo entiende mal, que todo lo critica. Procure ser una amiga cercana para los demás, que sabe escuchar, que es confidente, que se ríe de los chistes nobles, que llama para ver cómo se encuentra el otro. El amor y la amistad son dos soportes que toda persona necesita.
Niveles de influencia
Modele
Si las personas que viven a su lado se inspiran con su estilo de vida, entonces es modelo para ellas. Para ser modelo usted no necesita ser líder, ni ostentar un grado universitario ni ocupar un puesto importante. Siempre habrá cerca de usted alguien a quien consiga inspirar con su forma de ser. Su vida nació para inspirar a los demás, para ayudar a otros a descubrir lo bueno en ellos. Ejerza tal influencia que lleve a las personas a sentir que estar a su lado es un privilegio.
Sea mentora
Esto trata de que entregue su vida, su motivación y su esfuerzo a los demás (familia, compañeros, amigos) para ayudarlos a desarrollar su potencial. Se trata del desafío de multiplicar su efecto, de lograr que otros lleguen a ser personas de influencia para los demás también. Enseñe a otros todo lo que posee: generosidad, compromiso, disciplina en el trabajo, gratitud en la vida. Determine que su influencia en la vida de los demás marcará el destino de ellos, sin importar lo que otros hayan hecho en contra de usted.
El modelo supremo de mentor es Jesús, que camina a la par de sus discípulos. Mi mamá fue mi mentora. Fue la fuente de motivación e inspiración para mi vida. Me señaló una forma de ser que me marcó para siempre, aunque ella murió hace más de diecinueve años. Aún ausente, sin embargo, sigue inspirándome, porque su consejo sigue vigente.
He observado que muchas personas que han desarrollado proyectos exitosos, no gozaron el privilegio de alcanzar elevados grados universitarios. Por otro lado, algunas personas que han tenido la oportunidad de estudiar mucho no han conseguido realizarse porque carecen de eso que usted posee. El éxito no lo determina el grado académico que haya alcanzado. Lo determina el que haya elegido motivar a los que están a su lado, vivir de tal manera que logre inspirar a los que están más cerca de usted.
Conclusión
Brinde tiempo de calidad a las personas que más ama. Comparta su tiempo, su energía, su dinero, su creatividad y su ingenio con los que ama. Cuando arrope en la cama a sus hijos, pregúnteles cómo están. Guarde un día para salir a pasear con su esposo. Escojan pasar tiempo juntos, caminar por un parque, salir al atardecer, tomarse de la mano.
Tome tiempo, también, para estar a solas con usted misma, para descansar, para escuchar la voz de Dios en su corazón. La soledad es ese espacio en el que podemos reflexionar, reírnos de nosotros mismos, convencernos de que vale la pena en lo que estamos invirtiendo. Apartar momentos de soledad es tan importante como cultivar amigos.
Vuelva a soñar y atrévase a intentarlo de nuevo. Vuelva a sacar del baúl de los recuerdos esas cosas que, en algún momento, se propuso llevar a cabo. El secreto de los sueños no es tanto que se concreten sino que nos permiten sentirnos vivos. A los sueños añádales un plan de acción y una fecha específica para que se conviertan en realidad.
Lo más importante es que disfrute el día que usted tiene hoy. Vívalo con intensidad. No olvide impactar con su amor en su vida cotidiana. Elija dar una sonrisa a los que están a su lado. Levante la mirada al cielo cada día y ore: «Gracias, Señor, por tu gracia, este es el día en el que podré hacerle bien a los que se crucen por mi camino».
Tomado de: www.desarrollocristiano.com
Imagen: www.pixabay.com
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