Introducción: Todo hombre que quiera ser un buen líder, debe preocuparse por ser alguien que trascienda en los demás; esto se consigue cuando se deciden cultivar algunas cualidades que la gente espera encontrar en aquellos a quienes va a seguir. Una de las cualidades es el carisma. Se entiende por carisma la habilidad de traer a la gente hacia si mismo. El carisma se puede desarrollar porque no necesariamente se debe nacer poseyéndolo. En la Biblia se puede equiparar el carisma con la gracia. (2 Pedro 3:18; Lucas 2:52).
En el liderazgo, carisma sería la preocupación porque otros se sientan bien consigo mismos antes que contigo. Un buen líder debe motivar e inspirar a sus seguidores. Alguien dijo: aún no encuentro a un hombre, por alta que sea su posición que haya hecho su mejor trabajo o haya puesto su mayor esfuerzo, bajo un espíritu de aprobación en lugar que bajo un espíritu de crítica. (Nehemías 2:17, 18).
Un líder tiene que desarrollar la capacidad de atraer la gente hacia él y hacer que quieran seguirlo, eso es tener carisma.
1. Cosas que afectan el carisma de un líder:
- Orgullo. (Romanos 12:3). Nadie quiere seguir a alguien que piensa que él es mejor que todos.
- Inseguridad (1 Samuel 15:17). Si no te aceptas a tí mismo, los demás tampoco lo harán.
- Reserva (2 Corintios 3:2). Si la gente no sabe qué esperar de ti, dejarán de esperar algo.
- Perfeccionismo (2 Corintios 3:5). La gente respeta la excelencia, pero desecha lo irreal.
2. Lo que necesitamos para aumentar nuestro carisma.
- Amar la vida (1 Tesalonicenses 5:16). Un buen líder debe ser un hombre feliz. La gente difícilmente está feliz con un gruñón, amargado o depresivo; más bien con un alegre, optimista, no quejoso. Si quieres atraer a los demás, tienes que ser como la gente con la que te gusta estar.
- Ayuda a los demás a descubrir su potencial (Efesios 4:11-14). Un buen líder debe esperar lo mejor de sus discípulos, ayudarlos a aumentar su autoestima, eso le ayudará a ambos.
- Dale esperanza a la gente (Jeremías 31:17). Napoleón Bonaparte dijo: "Los líderes deben ser distribuidores de esperanza". La gente se aercará a ti y vivirá agradecida si en cada ocasión los animas.
- Darse a los demás (2 Corintios 12:15). No solo debemos dar lo que tenemos, debemos darnos. Un líder debe compartir con sus discípulos momentos y ocasiones especiales que le permitan un acercamiento.
Tomado de internet
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